El Ñeru

16 May
Con más de 30 años de antigüedad el restaurante El Ñeru puede presumir de ser uno de los asturianos más antiguos de Madrid.Situado en la céntrica calle de Bordadores rara es la vez que no se encuentra repleto de gente disfrutando de su tradicional oferta gastronómica.
 
Al entrar el sitio puede parecer una pequeña tasca con sólo una barra y sin mesas, pero disponen de una planta subterránea donde está el salón del restaurante para comidas más formales, así mismo, tenéis la posibilidad de disfrutar de tapas y raciones en la barra de manera más informal.
 
Escanciando para la foto…
Ofrecen la sidra por botellas, culines o en vasos de caña(?), desgraciadamente la sidra no es escanciada al modo tradicional si no que hacen uso de un grifo para estos menesteres por lo que nos privan de ese encanto, aún así la sidra estaba bastante rica (aunque no soy un gran experto en el tema…) aquellos que sepan y/o se atrevan sí que pueden pedir una botella y escanciar ellos mismos.
 

Nos ofrecían 3 aperitivos para acompañar el culín, chorizo asturiano (éste no lo probamos), tortilla de patatas (correcta) y, cómo no, cabrales que estaba realmente exquisito. Los aperitivos no eran de gran tamaño pero para acompañar la bebida vienen genial, y a la hora de tomar un culín de sidra a medio día deben venir de lujo.

Cómo comentábamos antes, es posible pedir raciones y tapas en barra, nosotros pedimos:
 
Croquetas de cabrales: ¡espléndidas! 8 croquetazas la ración, de buen tamaño, recién fritas, nada aceitosas, en su punto de fritura, buen rebozado, con un relleno espectacular, cremoso y con el sabor del cabrales… mmmmmm, ¡una delicia!
 
Picadillo con huevos: en la zona de Cádiz el picadillo es una ensalada de tomate, pimiento y cebolla picados muy finito que suele comerse para acompañar el pescado, también se conoce como pipirrana o piriñaca. Ha cambiado mi concepto totalmente… para quienes no conozcan este plato, el picadillo es carne picada especiada, igual a la que se hace para rellenar los chorizos, sólo que no se llega a introducir en la tripa. Esto cocinado, con papatas fritas y huevos fritos  es un plato, que si bien no es ni mucho menos lo más sano que se puede comer, está realmente bueno. ¡Imprescindible comer con pan! Anotar que a pesar de ser un plato graso y de los huevos fritos y patatas estaba muy bien hecho, no cabía esperar otra cosa, nada aceitoso y sólo con la grasa propia del picadillo. ¡Un descubrimiento!
 
Picadillo con huevos…
Cómo podéis ver, salimos muy contentos de nuestra visita a El Ñeru. Lo recomendamos cómo mínimo para hacer una parada en el camino, tomar un culín de sidra y degustar su cabrales. ¡Sobre el tema fabada y comidas de cuchara esperamos poder hablar próximamente!
 
Bon appétit!
 

(Imagen de: http://www.bitsarecheap.com)

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Gelateria La Romana

6 May
Aprovechando que ya mismo empieza el calor y el buen tiempo hoy traemos una entrada muy refrescante. Nacida en Rimini en 1947 hoy día nos ofrece su rico helado artesano italiano en pleno centro de Madrid, en la calle Hortaleza, barrio de Chueca se encuentra Gelateria La Romana

Con un local sencillo, bonito y cuidado con dos expositores en los que ofrecen unos 16 o 18 sabores de helado diferentes (no me he fijado si siempre los mismos o van rotando los diferentes sabores). Poseen también una sala interior por si te apetece tomar el helado o café allí mismo;  en su contra, el no disponer de una terraza que por su ubicación se les hace imposible. 
 
Los heladitos…
La presentación de los helados es muy vistosa, las bandejas colmadas y cada una con su pala por higiene y para no manchar unos sabores con otros, disponen también de helados sin azúcar, algo que no es tan común como debería pero que poco a poco se va imponiendo. 

Sobre los helados… muy buenos, cremosos , suaves y de mucho sabor. Para mi gusto a destacar sobre todo el Pistacho que está muy conseguido y por encima de todos el Biscotti della nonna o Galleta de la abuela, el cual es un gustazo que se debe probar al menos una vez. 

Además de helados ofrecen café y otro tipo de postres, crepes, creo que muffins y algunas cosas más para merendar o desayunar,  yo para el tema helados soy muy purista y siempre suelo tomar una tarrina, pero ya sabéis que en esta gelateria tenéis una buena opción para concluir un tapeo por la zona con un helado, para una merienda o para desayunar.

Bon appétit! 

Restaurante Portomarín

29 Abr

Muy cerquita de la plaza de Lavapiés uno de los barrios más étnico y multicultural de Madrid se encuentra el Restaurante Portomarín, exactamente en la calle Valencia número 4.

Es un mesón/ restaurante gallego, el local es bastante grande y la decoración no es nada del otro mundo con una barra grande de forma rectangular ocupando gran parte del local, mesas de madera alrededor de la misma y otro salón interior para el restaurante. El aspecto es el de cualquier «mesón común» que podemos encontrar en cualquier ciudad o pueblo de nuestra geografía, nada selecto ni refinado.

El fin de semana suele estar bastante concurrido con la barra y mesas llena de gente tomando el aperitivo y degustando las tapas y raciones, al ser tan grande y haber tanta gente el bullicio era considerable, ¡auténtico ambiente de tapeo!

Restaurante Portomarin

En su carta y tapas ofrecen gran cantidad de productos y platos gallegos: pulpo, pimientos de padrón, pescados, mariscos, carnes… aún no he comido en el restaurante pues las veces que he ido me he quedado en la barra y de hecho mi recomendación en este caso va a ser muy breve, precisa y concisa… ¡la empanada!

Así, la empanada de Portomarín es un must si andas por la zona, porque está riquísima tanto la de bonito como la de carne (echo de menos una de pulpo, no sé si no la hacen o que no la tenían cuando fui). De tamaño más que considerable, una masa fina, sabrosa y en su punto, con un relleno muy jugoso de verduritas acompañando al bonito, y verduras y chorizo a la de carne. Ambas muy recomendables.

Por supuesto para beber vino, en mi caso fue un Ribeiro servido en el cuenco tradicional.

Empanada y Ribeiro…

Los precios son muy interesantes al menos para el tapeo, la porción de empanada y dos bebidas eran unos cuatro euros y por lo que he investigado los precios del restaurante también son muy interesantes. Tanto para tapear como para comer Portomarín puede ser una opción a evaluar… en cualquier caso la empanada desde Tapamecum recomendamos su deliciosa empanada.

Bon appétit!

Freiduria Gallinejas

22 Abr
Hoy vamos a hablar de un sitio típico, auténtico y castizo como pocos, la Freiduría de Gallinejas  en la calle de Embajadores.
 
Siendo de Cádiz el tema freiduría lo tengo bastante controlado, ese pescaito frito gaditano, sus choquitos, cazón en adobo, las tortillitas de camarones…  ¡pero no! en esta freiduría ¡no hay pescado! y entonces, ¿qué se come? Pues una de las cosas más típicas de la gastronomía madrileña…. la casquería.

 

Calle de Embajadores, 84
Así pues, hablamos de un sitio que se llama freiduría, que la decoración, azulejos y mesas podría recordarnos a cualquier típica freiduría gaditana, pero donde no hay rastro de olor a pescado o a adobo. Como hemos mencionado aquí se viene a comer casquería: gallinejas, entresijos, mollejas, zarajos… La carta es reducida y específica, como pienso que debe ser.
 
Debido a mi desconocimiento en estos menesteres antes de saber que pedir sometí al señor a casi un tercer grado, preguntando que era cada cosa y como se pedía. La gente suele comerlo por raciones o en bocadillos, en nuestro caso nos recomendó pedir uno de cada cosa para probarlos. Nos decidimos por lo más típico: las gallinejas y los entresijos.


Entresijos, gallinejas y Mahou fresquita
Llegado a este punto, a los aprensivos o de estómagos delicados les aconsejo saltarse el siguiente párrafo.
¿Qué son las gallinejas y entresijos? Pues son parte de las tripas o despojos del cordero que se fríen en su misma grasa, por lo que no hablamos de un plato de lo más ligth y saludable que puedas encontrar. Las nuestras estaban deliciosas, muy bien fritas y de un sabor sublime.

 

Por lo que si os apetece probar algo típico y castizo este puede ser vuestro lugar, eso sí, ¡no abuséis y luego a dar un paseito para hacer bien la digestión! 

Bon appétit!


(foto de: http:\\gallinejas-gabino.blogspot.com)

Vadebaco

19 Abr
En la calle Campomanes, empezando en la plaza de Ópera se encuentra Vadebaco. Ellos se definen como bar-restaurante, aunque también podría definirse como lo que los modernos llamarían una vinoteca. La cuestión es que es un lugar muy válido tanto para tomar unos vinos como para comer,
 
La entrada, muy mona ella…
Según he podido averiguar el local está ubicado en lo que era una antigua plaza (?) por ello la entrada, más que una entrada, parece un callejón. Eso sí, todo muy cuidado y con una decoración de buen gusto, que hace del lugar un sitio vanguardista y a la vez acogedor. La parte central es la zona de restaurante, con mesitas pequeñas y aparte una gran barra y mesas altas para reuniones más informales.
 
Por supuesto, el mayor atractivo del lugar es su bodega, que hace de él una buena opción para tomar unos vinos pues ofrecen la opción de disfrutar tanto de botellas como de copas.
 
Vista de la barra y la bodega al fondo
¿Y la comida? Disponen de dos tipos de cartas la de tapas, aunque más que de tapas se tratan de raciones y la del restaurante. Bueno, dada mi predilección por las tapas y picoteo podéis intuir con que carta me quede: 
 
Las patatas bravas estaban muy bien hechas, crujientes por fuera y tiernas por dentro y una salsa brava bastante correcta,
 
Una parrillada de verduras con bastante variedad y las verduras en su punto, acompañadas de una salsa si mi memoria no me falla de queso, en cualquier caso una salsa muy sabrosa.
 
Finalmente, aunque no recuerdo el nombre de la tapa, pero era parecido a una fondeau de queso servida dentro una torta de pan, la cual se había vaciado para introducir el contenido y acompañada de fruta de temporada para mojar en el queso. Delicioso y bastante original.
 
Así pues, tenemos en Vadebaco una opción agradable, céntrica, original y con precios bastante ajustados.
Bon appétit!
 

Mikado

12 Abr
Continuando con la comida oriental, en este caso cocina japonesa y el restaurante Mikado en la calle Pintor Juan Gris, metro Cuzco. Tiene el honor de ser el restaurante japonés más antiguo de Madrid con más de 40 años desde su apertura.
 
La fachada pasa un poco desapercibida y no llama mucho la atención. En el interior, la decoración algo anticuada, sobria pero acogedora. No había mucha gente cuando estuve y el ambiente era muy tranquilo.

La fachada para que os fijéis…
Teníamos reserva, al llegar nos recibió el maître que nos dio nuestra mesa mostrándose en todo momento atentísimo y muy amable. El trato fue espléndido durante toda la comida, un gustazo.
 
No soy ningún experto en comida japonesa, pero por lo que he visto y oído la carta, a diferencia de otros restaurantes más modernos, es muy tradicional y, opinión personal,  exquisita.
 
De entrante pedimos Yakitori, para los no entendidos son unas brochetas de pollo y verduras, que se pasan por una salsa antes de ser asadas. Muy jugosas para abrir boca.
 
Continuamos con verduras en Tempura, que eran excelentes, la tempura crujiente, nada pesada, verduras en su punto…. deliciosas, al igual que la sopa de fideos que también pedimos, como muy bien me aconsejaron «no se puede ir a un restaurante japonés y no pedir sopa» y la sopa justificó el consejo.
 
Y por fin, como no, Sashimi de salmón, Makis y arroz, el pescado muy sabroso y el arroz para acompañar también, lo sencillo que es el arroz y lo rico que estaba, de hecho pedimos varios boles de arroz durante la comida. A destacar los Makis también, aunque siempre con la incertidumbre de si tendrían demasiado picante (¿wasabi?), ya que no estamos acostumbrados a ese tipo de picante… aún con todo, ¡suculento!
 
Para terminar, helado de té verde y té chino, sabores diferentes a los que suelo tomar con asiduidad.
Decoración sobria y tradicional

Tengo entendido que los restaurantes japoneses no son nada baratos, aquí los precios están bastante ajustados y la relación calidad precio es bastante interesante, unos 35 euros por persona ¡un capricho interesante!

 

Pastelería Vinicius

8 Abr
Hoy traemos una nueva entrada para los más golosos Pastelería Vinicius en calle Zurbano, 54 (Rubén Darío). Es una pastelería artesanal argentina y tienen una gran variedad de productos tanto dulces como salados.
 
El local es muy mono, pequeño, acogedor, colorido, muy cuidado, agradable… al entrar percibes el rico olor de lo que allí hay y te dan ganas de comértelo todo… El negocio está enfocado como take away, pero tienen un par de mesitas pequeñitas y una barrita en la pared por si te apetece comer allí.
 
la fachada muy mona ella…

La especialidad del local son las tartas, de hecho preparan tartas personalizadas, con diferentes decoraciones. Por ello, me llevaron  para que probara una de esas delicias y siendo una pastelería argentina la elegida fue la tarta de dulce de leche y coco.

La recomendación superó las expectativas… la base era un bizcocho aunque más que bizcocho a mí me recordaba a un brownie, un dulce de leche exquisito como relleno y para contrastar el dulce coco por encima; ¿el resultado? una combinación sublime… quizás tanto dulce a algunas personas les pueda empalagar, pero los más golosos seguro que gozarán a cada mordisco.

Como decía además de las tartas ofrecen gran variedad de productos: alfajores, cookies, empanadas, quiches, sandwich… e incluso varios tipos de menús para comer que pueden ser una opción a estudiar para los que trabajen por la zona.

Bon appétit!

(fotos de: http://11870.com/pro/vinicius)

Alfredo’s Barbacoa

2 Abr
Cualquiera que me conozca sabe que nunca he sido gran amante de las hamburguesas y son algo que estoy empezando a degustar desde no hace mucho tiempo. Entre los lugares favoritos para los amantes del burger suele encontrarse Alfredo’s Barbacoa en calle La Gasca, 5 muy cerquita de la Puerta de Alcalá.
 
El restaurante es pequeño y caótico, lleno de gente esperando (recomiendan reservar), mesas pequeñas, las paredes llenas de fotos, matrículas, cuadros, banderas… camareros intentando trabajar entre la gente, bullicio, la cocina a pleno rendimiento… no es le mejor sitio para una cena romántica y hay que ser conscientes de a donde se va. Como muestra un botón:

 

My bar, my rules…
El punto fuerte de Alfredo’s es, como no, su comida. La carta es muy concreta: algunos entrantes, algo de carne a la parrilla y su plato estrella las hamburguesas…. de dos tamaños (160 o 250 gramos) y 5 tipos dependiendo de los ingredientes que la acompañen.
 
De entrante pedimos chili con carne, los frijoles en su punto, carne abundante, salsa espesa, picante, pero sin pasarse, el sabor picante que se te reclama un buen trago de cerveza para calmarlo y luego te deja ese gustito tan agradable en la boca. Me sorprendió muy gratamente.
 
Por cortesia y, supongo, para intentar combatir el remordimiento te sirven la ensalada de col, típica americana, no es algo que me vuelva loco y no estaba mal.
 
Mi hamburguesa era una Super Alfredo’s (250 gramos) con bacon, queso y salsa barbacoa, como guarnición patata a la parrilla con mantequilla. Me llamó la atención el tamaño de la misma un diámetro muy pequeño y un grosor de al menos dos dedos, la pedí al punto, por lo que la carne estaba bien hecha por fuera con el sabor a parrilla y súper jugosa por dentro, carne de cebón (buey con menos de dos años) y muy sabrosa. Desde luego una hamburguesa de categoría.
 
Super Alfredo’s cheese and bacon
La carta de postres si daba bastantes alternativas, sobre todo unas tartas que tenían a la vista con una pinta exquisita, pero llevábamos ya demasiadas calorías en el cuerpo y nos privamos de ella. ¡Es algo que me queda pendiente!
Tienen otro local en la calle Juan Hurtado de Mendoza, que no he visitado y me cuentan es más nuevo, más grande, más bonito… no sé si será tan auténtico como este que visité.
 
Dado que estaba sentado cerca del pasillo que daba a la cocina en un momento en el que no había camareros entrando y saliendo, cosa que era constante, aproveché para echar un vistazo a la misma y la visión fue algo me sorprendió, parrillas gigantescas llenas de carne, fuego, comida, cocineros, olor a parrilla… si tenéis ocasión tratad de haced lo propio, me habría gustado hacer una foto, pero enseguida había camareros de nuevo por allí y no me parecía bien molestar.


Bon appétit!

(Foto de: http://foursquare.com/ user: Mohammed)

Bodega La Ardosa

30 Mar
Otro sitio muy típico y de visita obligada al menos una vez en la vida Bodega La Ardosa en calle de Colón, entre Tribunal y Malasaña.
 
Este sitio es conocido por ser uno de los primeros locales de Madrid donde se servía la cerveza Guinness, cerveza que aún se puede degustar, para aquellos no amantes de la Guinness tienen la opción de una buena pilsner de Urquell, cerveza checa que presume de ser la primera «rubia» del mundo. En ambos caso el lugar es ideal para disfrutar de una buena pinta de cerveza.
 
Fachada mitiquísima
La decoración llama mucho la atención, tiene dos partes, una al entrar y otra trasera, que según me han comentado,  se accede a través de la barra. Muy llamativa una pizarra con los records de Guinness consumidas, el record data de 1989. 
 
El otro motivo de mi visita a La Ardosa, además de la cerveza, fue la tortilla de patatas la cual según los «expertos» está considerada una de las mejores que se puede degustar en la ciudad.
 
El pincho de tortilla es de tamaño generoso, patatas en su punto, hecha por fuera y el huevo sin terminar de cuajar por dentro, muy sabrosa… aunque para mi gusto estaba un poco salada, no sé siempre es así o fue un algo casual.
 
¡14 pintas en 3h22m!
Hay muchas más raciones, las croquetas al igual que la tortilla goza de mucha fama y son muy conocidas. El salmorejo también es muy popular, aunque me limité a probar la tortilla. Las raciones las probaré otro día, aunque los precios me parecieron algo elevados… aparte de las raciones, la pinta de pilsner 3,50€ y el pincho 3,80€
Bon appétit!

 

Melo’s Café Bar

23 Mar
En el barrio de Lavapies, calle Ave María se encuentra Melo’s Café Bar. El local no llama mucho la atención ni por su exterior ni interior, la fachada es sencilla, dentro cuenta con dos espacios uno para estar de pie en la barra o en en las paredes donde también hay barritas. Al fondo hay un segundo espacio con mesitas bajas y bancos para estar sentado, no hay camareros por lo que hay que pedir en barra.
 
En la barra hay dos muchachas a la plancha y freidoras, y un señor controlándolo todo que es un auténtico espectáculo, por como controla el solo todo el local y la memoria prodigiosa que tiene, con el local lleno hasta la puerta cada vez que iba alguien a pagar enumeraba todo lo que habían consumido, un espectáculo.
Fachada de Melo’s

Y vamos con la comida… Melo’s es famoso por dos cosas las croquetas y  las zapatillas.

Súper croquetas
 
Las croquetas suelen ser mencionadas siempre cuando se hablan de las mejores croquetas de Madrid. Son enormes, crujientes por fuera, suaves, cremosas y casi líquidas por dentro, de hecho hay que comerlas con tenedor pues al romperlas el relleno se sale, un auténtico gustazo. Se pueden pedir por raciones y también por unidades.
La zapatilla



La zapatilla es un enorme bocadillo (en la foto no se aprecia realmente el tamaño) de pan de hogaza hecho a la plancha relleno de lacón y queso de tetilla. El lacón lo pasan por la plancha así que el queso de tetilla se funde entre el calor del lacón y del pan. ¡Tremendo! Se puede pedir media o entera.
La carta no es muy extensa pero también ofrecen empanadillas, muy buenas por cierto, pimientos de padrón, que aún no los probé pero todo el mundo destaca, de hecho ellos son gallegos, y para beber todo regado con ribeiro de la casa servido en la taza tradicional para este caldo.

 

Mencionar que, el local se llena a tope, puede costar sangre, sudor y lágrimas acceder a la barra, tiene poca ventilación y sales de allí oliendo a comida… pero, en mi opinión, ¡merece la pena!


Bon appétit!

(fotos de: http://www.minube.com/rincon/restaurante-melos-a77128, http://lacuchara.es/ y http://www.vamonosdetapas.com)